Mi pequeña historia

Puedo hablar y escribir largamente de cualquier cosa que despierte mi interés, incluso puedo fabular y crear una historia inexistente y darle forma pero me cuesta horrores hablar de mí misma. Cuando dices cosas positivas sobre tu persona parece que estás presumiendo y cuando dices cosas negativas parece que ocultan algo peor de lo que verdaderamente hay. 
Pero también es cierto que detrás de los blogs hay personas y es mucho más cercano y agradable superar las barreras algo asépticas de este medio y darle una entidad más rica a quien le pone voz e imagen a un blog. Así que ahí van algunos apuntes sobre mí y del porqué de este sitio. 

Siempre he tenido predilección por el arte y la literatura. Con el tiempo he descubierto que soy fundamentalmente visual, muy mental, más observadora que conversadora aunque esto tampoco es que se me dé mal, lectora compulsiva, imaginativa, me gusta crear cosas, transformar, resolver, imaginar algo y hacerlo tangible pero también soy perfeccionista, reflexiva, inquieta, viajera, curiosa, comprometida, respetadora de la naturaleza, payasa, aficionada al yoga, al aire libre y necesito de vez en cuando refugiarme en mi playa imaginaria para recuperar el centro de equilibrio. Aunque todo esto parezca solo positivo también puede tener aspectos negativos dependiendo del momento y circunstancias que se vivan. 

Tenía que intentar hacer algo con esas pulsiones así que lo canalicé en formato blog y BOHÈME ATELIER nació un 16 de julio de 2010 bajo otra apariencia y nombre. Como soy experimentadora es probable que el blog vea su aspecto renovado porque me aburro de ver siempre lo mismo. El aburrimiento me mata así que nos evitamos en la medida de lo posible pero a menudo no nos queda más remedio que convivir y lo hacemos civilizadamente. 

Dicho todo esto se puede entender lo mío con lo artesanal. Y lo mismo sucede con la fotografía, otra de las patas que sustentan mis fantasías creativas. Afortunadamente ambas facetas deben ir irremediablemente unidas lo que a mí me da la oportunidad para seguir disfrutando ya que en ambos mundos siempre queda algo nuevo por aprender.  

No todo acaba aquí y siendo consecuente con mi curiosidad innata me gusta pintar, dibujar, escribir, probar nuevas técnicas, nuevos estilos... Si puede imaginarse puede hacerse.

De pequeña diseñaba y le cosía la ropa a mis muñecas, y ya manifestaba todos estos síntomas de imaginitis que me acompañan desde entonces.
Crecidita y en otro intento anterior de canalizar mis energías de un modo más formal llegué a mi licenciatura en Publicidad y RR.PP. que me dejó la confirmación de que la creatividad está en todo lo que haces, sea arte, ciencia o labores domésticas.

Mi predilección por el mundo francés está ligada a mis raíces. Años más tarde un viaje a París renovó mis votos de cariño con un país al que sentí que ya lo conocía cuando lo (re)descubrí. Y espero volver.

La bohemia francesa me fascina porque fue un período de inspiración, de revolución artística, de fusión, de transición, de dejarse llevar, de vivir por y para el arte, de compartir, de experimentar, de olvidar, de renovar, de crecer, de plena transformación. 
El proceso creativo tiene en sí mismo algo de todo esto a pequeña escala. Vivir y sentir el arte es como una pequeña revolución interna sea al nivel que sea, modesto o sublime.

Me gustan los animales y respeto la vida, mis dos gatos y mi perro molones pueden confirmarlo. Creo que desgraciadamente a los animales se les da muy poco valor. En muchos casos han pasado a ser meros instrumentos al servicio de nuestras necesidades y el ser humano muchas veces se comporta de forma arrogante y con poco respeto hacia ellos. Por fortuna también hay personas sensibles que hacen lo posible y lo imposible por procurarles un trato digno y lleno de cariño.

Por ese mismo motivo entre mis artículos no veréis plumas, piel natural, cuero ni ningún material que previamente un animal vivo haya llevado puesto en sus propias carnes. Las pocas ocasiones en que así sea, probablemente plumas, será porque el ave propietaria las haya perdido en su devenir diario y yo haya tenido la suerte de encontrarlas. Este material recibirá el correcto tratamiento para poder ser utilizado con todas las garantías en los complementos hechos por mi. 

Bohème Atelier es un espacio heterogéneo donde podréis encontrar algo más que fotografía y complementos artesanales. Un espacio al que le pongo mucho cariño, mucha ilusión y joie de vivre. Que no falte ;)


Mlle. San